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EL ETERNO RETORNO NO TRAÍA LA FELICIDAD

  GUILLERMO GUTIERREZ LYMHA A FINES DE LOS OCHENTA, EL PERÚ NO PODÍA ESCAPAR DE UN PATÉTICO DESTINO FINAL, Y CUANDO PARECIÓ QUE SÍ PODRÍA HACERLO, SE HUNDIÓ MÁS, Y CONTINÚA HUNDIÉNDOSE MÁS, HOY EN DÍA. LUEGO DE TODO ESO, AHORA PIENSO  QUE DEBIÓ DARSE ESE FIN, Y DE MANERA ESPANTOSA Y CRUELÍSIMA. PERO CREO   QUE NI ASÍ, ESTA SOCIEDAD IGNARA HUBIESE APRENDIDO ALGO. TODAVÍA EXISTÍA LA MOVIDA SUBTERRÁNEA, AUNQUE AUTODESTRUIDA Y ATOMIZADA. Y TODO LO QUE VINO DESPUÉS FUE PARODIA, FARSA. AHORA MÁS  AÚN , CON LOS QUE DICEN QUE FUERON SUBTES Y SOLO SON VIEJOS FORMALITOS, PRECIOSAS RIDÍCULAS DE LA SEUDOÉLITE, O SIRVIENTES DE LA DERECHA BRUTA Y ACHORADA.  EN LA AGONÍA DE LA MOVIDA, HUBO UN GRUPO LLAMADO ANTI, LIDERADO POR EL SIEMPRE FLACO Y AFICIONADO A LA CULTURA SUMERIA, MIGUEL DET, QUE VENÍA DEL METAL, QUE FUE PARTE DE LA TENDENCIA ULTRARADICAL Y DE LETRAS CONFRONTACIONALES, SURGIDA EN UN MOMENTO —1990— EN EL QUE TODO ARDÍA MÁS DE LO TOLERABLE PARA UNA SOCIEDAD DÉBIL Y COBARDE, QUE MERECE

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